3.24.2006

LIBERTAD PARA ELEGIR

Nacemos y crecemos dentro de un núcleo familiar compuesto por: papá, mamá y si es posible, los hermanos. La familia ““corn flakes””, dirían algunos. ¿Qué es, o cuál es la familia ““corn flakes””?, pues aquella que te presenta el medio de comunicación llamado: “la caja idiota”, aunque no estoy de acuerdo con este sobrenombre, la televisión no es la idiota, la televisión tan sólo proyecta imágenes, los idiotas son los programas (algunos, no todos por supuesto) y si nos vamos un poquito más atrás, los programas no se hicieron solitos, sino que fueron hechos por “idiotas”, así es que la cajita no es sino un cúmulo de transistores que su objetivo es transmitir programas hechos por idotas (vuelvo a repetir que no todos pero su gran mayoría si es que vemos a Televisa o TV azteca), pero retomando lo de la familia ““corn flakes””, es aquella que sale en televisión presentándote a un papá, una mamá, un hijo y una hija, todos ellos desayunando un sabroso y “nutritivo” (sí como no) ““corn flakes””.

Ahora, usted dígame, ¿cuántas familias “corn flakes” existen en México? pocas ¿no? porque con eso de que muchas personas han perdido su empleo, tal vez ni para el “corn flakes” les alcance y dudo que para la marca “similar” como puede ser la “Maizoro”.
Retomando el tema de la libertad de elegir, desde que comenzamos a tener uso de razón, todas las personas que viven en nuestro alrededor, nos hacen “implantes” de acuerdo a sus “mapas mentales”. Vamos creciendo con ideas que no nos pertenecen, conceptos que no nos pertenecen y guardamos en nuestra memoria miles y miles de pensamientos implantados. Estos “implantes” nos acompañan gran parte de nuestra existencia o bien, toda nuestra vida si acaso los dejamos ahí. De repente, creces, comienzas a tener contacto con otras personas, a leer, a pensar, a analizar, a reflexionar y… ¡Zaz! desarrollas tu “pensamiento crítico” y te das cuenta de que algunos o la mayoría de los “implantes” o todos ellos, no van de acuerdo ya con tu nueva forma de pensar analítica, crítica evolucionada y comienza el conflicto interno. Empiezas a pelearte contigo mismo y a luchar contra lo que deseas hacer y contra lo que se te ha prohibido durante tantos años.
Tal vez esto les haya pasado a los padres de la corriente filosófica denominada: “existencialismo”.
¿Qué es el existencialismo?
El existencialismo quedó plasmado en los escritos de algunas personas del siglo XIX y XX. ¿De qué habla esta corriente? pues precisamente nos platica acerca de los conflictos por los cuales atravesamos los seres humanos cuando se trata de “elegir”. Elegir en base a mi existencia y a la libertad de la cual puedo gozar, pero que me produce tremendos conflictos gracias a los “implantes” que traigo en mi cerebro.
“Tengo que encontrar una verdad que sea verdadera para mí… la idea por la que pueda vivir o morir". Sören Kierkegaard (filósofo danés del siglo XIX).
Los existencialistas dicen que nuestras experiencias y el actuar bajo nuestras propias convicciones nos pueden llevar hacia la verdad.
El conflicto comienza cuando catalogamos todas las cosas o las acciones como: “buenas”, o “malas”, porque así se nos ha enseñado y peor aún, el conflicto se agrava, cuando lo que es “malo” para algunos, no lo es para otros, o viceversa.
Entonces… ¿qué demonios vamos ha hacer?

Para los existencialistas, la característica principal que tenemos los seres humanos es: nuestra libertad para elegir. Pero dentro de esta libertad, antes de tomar alguna decisión, el ser humano pasa por: angustia, temor, desesperación, entre otros sentimientos oscuros, debido a que no sabemos las consecuencias que nuestra decisión pueda traer. Y, entonces recurrimos al consejo de otras personas y en algunas ocasiones dejamos que decidan por nosotros para así poder echarle la culpa al otro y no tener que asumir las consecuencias de nuestros actos sino que vamos y le echamos el caballo encima al que nos aconsejó.

Kierkegaard dice que debemos de vivir una existencia comprometida por completo y que este compromiso es únicamente con y entre el individuo que lo asume. Entendiéndose así, que el compromiso es con uno mismo y que siempre debemos estar dispuestos a desafiar las normas de la sociedad para poder vivir así una vida auténtica y sobre todo “personal”.
De acuerdo con Nietszche, el “súper hombre”, aquel que no se adapta a la sociedad, aquel que no se deja llevar por la muchedumbre, será un hombre seguro de sí mismo, independiente e individualista, el cual vivirá sus pasiones con toda intensidad sea así el sufrimiento o el dolor, los cuales forman parte de la existencia humana. Dolor y sufrimiento reprimidos por la razón y sobre todo por la sociedad. Nietszche sostenía que el verdadero poder no es aquel que ejerces sobre los demás, sino en realidad el que ejerces sobre ti mismo, tan necesario para desarrollar nuestra creatividad y el mismo Nietszche cita como “súper hombres” a: Jesucristo, Sócrates, Leonardo da Vinci, Shakespeare, Goethe, julio césar y Napoleón entre otros.
Aquí si no estoy de acuerdo con el señor Nietszche, si un súper hombre es aquel que ejerce el poder sobre sí mismo, entonces ¿qué tiene que ver Napoleón con esto? ¿Que alguien me explique por favor?
Resumiendo: el existencialismo es aquel que dice que no nos dejemos llevar por la muchedumbre, que dejemos de ser reprimidos, que analicemos nuestros mapas mentales, nuestros implantes y los que no concuerden con nuestro pensamiento crítico los desechemos, que no le busquemos lo “malo o lo “bueno” a todo, simplemente hagamos lo que sintamos pero… pero… “que seamos responsables de nuestros actos” y no tratemos de responsabilizar a los demás”.
El poder está dentro de nosotros mismos, estoy totalmente de acuerdo, entonces ejerzámoslo, vistámonos como nos plazca y no como nos dicte la moda, maquillémonos como nos guste, expresemos nuestros pensamientos sin temores, tomemos nuestras propias decisiones, sin temores ni angustias, simplemente pensando en que no pasa nada si no fue la decisión correcta, porque al final de cuentas siempre salimos ganando, porque dentro de cada intento fallido, se encuentra un total “aprendizaje” si no, pregúntale a Thomas Alva Edison.
©Zyanya